En estos últimos días se oye mucho hablar de ellos, son adolescentes migrantes sin referentes familiares y se suelen referir a ellos como “menas”, una palabra con marcado sesgo de prejuicios y connotaciones negativas. Llegan a España persiguiendo un sueño, una nueva vida, buscando un trabajo con el que poder sobrevivir y ayudar a su familia. Vienen con una mochila cargada de dificultades, cargada de sufrimiento y con la que llevan sobreviviendo mucho tiempo en condiciones muy adversas.

Cuando cumplen los 18 años se les aplica la ley de Extranjería y solo les da el permiso de trabajo con un contrato de un año a jornada completa y nos preguntamos ¿cuántos contratos de estas características se hacen a menores de 25 años en nuestro país? No nos cabe duda de que, entre otras cosas, es una prioridad un cambio en la Ley de Extranjería para favorecer su acceso al mercado laboral.

Las administraciones han hecho esfuerzos, aunque quizás insuficientes y a veces inadecuados, con un marco de un sistema de protección a la infancia que presenta déficits estructurales, tal y como está configurado actualmente y que es incapaz de absorber con garantías de éxito una atención adecuada si no se llevan a cabo actuaciones de carácter estructural que incrementen su capacidad. Y efectividad

Necesitamos que existan viviendas en las que puedan ser atendidos, viviendas que proporcionen todas aquellas cosas que les fueron arrebatadas y que estén dotadas de profesionales que puedan acompañar la vida diaria de estos jóvenes, y no, no vale cualquiera. Somos educadores y educadoras sociales sus referentes, somos quienes tenemos la formación y capacitación para desempeñar esa tarea y somos quienes nos vamos a dejar la vida en ello.

Nuestra ciudad es una ciudad acogedora, solidaria, siempre lo ha sido y presenta enormes posibilidades para su inserción. Una mejor colaboración interinstitucional y ciudadana debería llevarnos a la mayor prontitud posible a un escenario en el que desaparezcan los elementos negativos asociados a estos jóvenes porque cuando se producen estos elementos son excepcionales.

Los medios de comunicación tienen un importantísimo papel, sus titulares, sus imágenes, su forma de narrar las noticias es clave en todo esto. Tienen una gran responsabilidad y si no saben cómo hacerlo pregunten, investiguen, prueben a ponerse en su pellejo, en su vida, hagan un esfuerzo por empatizar y desde luego velen por su intimidad y privacidad, son menores

Y qué decir de nuestros vecinos y vecinas…  piensen como les gustaría que en otros países fueran tratados sus hijos e hijas cuando han tenido que salir de nuestro país a buscar una vida mejor, una vida con futuro ¿les gustaría que les tratasen como les estamos tratando a ellos?

Por todas estas razones hagamos un esfuerzo todas las partes en comprender la situación y hacer de nuestra ciudad un espacio abierto a la diversidad y convivencia.

JUNTA DE GOBIERNO DEL CEES-ARAGÓN